En El extranjero, primera novela del escritor, se cuenta la historia de Meursault, un francés argelino indiferente a la realidad, que no muestra sentimiento alguno de injusticia, arrepentimiento, rebeldía, esperanza o lástima frente al proceso judicial en el que está inmerso por haber cometido asesinato y ser luego condenado a prisión. Su pasividad y escepticismo en frente de todo lo que le rodea es un sentido apático hacia la existencia e incluso de la propia muerte.
Meursault es un antihéroe contrario a los valores morales y éticos del hombre; un personaje que refleja el existencialismo y sobre todo la filosofía del absurdo a la que se asocia la obra de Albert Camus.