Los demonios (traducida también como Los endemoniados o Demonios) es un reflejo de la creencia de Dostoievski de que los revolucionarios y nihilistas poseían el alma de Rusia y que, a menos que fueran exorcizados por una fe renovada en el cristianismo ortodoxo y un nacionalismo puro, conducirían a su país por el precipicio.
Con una narrativa extraordinaria y unos personajes complejos y atormentados, Los demonios es uno de los libros más inquietantes y penetrantes del autor, una representación de la naturaleza humana con un fuerte contenido político, acompañado de la psicología tradicional y el pensamiento religioso que caracterizan la obra del autor.