El castillo cuenta la historia de un agrimensor que acude a la llamada de un pueblo adscrito a un castillo para que realice trabajos profesionales. Cuando llega al pueblo le hacen saber que no hace ninguna falta, se siente marginado de la comunidad desde el primer instante y empieza su lucha a ciegas por lograr una entrevista con la administración, que habita en el castillo. La lucha se convierte en un ineficaz y angustiosos intento por acceder al castillo y lograr entender la falta de libertad a la que han llegado los habitantes del pueblo.
Con esta novela, Kakfa hace una crítica del exceso y la inefectividad de la burocracia con la historia de un personaje que demanda los derechos que le corresponden en un entorno de situaciones cómicas. Una párabola inescrutable sobre la obtusa condición del poder y sobre el bastante difícil sentimiento de pertenencia que sofocación al hombre moderno.
